www.guillermordriguez.net Economía y política: Causas de la recesión y mercenarios que las disfrazan |
|||||
|
||||||||||||||||||||||
Es
verdad que el mundo… o al menos una buena parte de él, está entrando en un período de recesión económica que pudiera
ser muy severa –aunque eso aún está por verse– entre otras cosas porque coincide el momento con una evidente declinación
del dólar de los EE.UU. como principal divisa internacional, nada nuevo en realidad pues ya se ha visto mucho tiempo atrás
con la declinación de la libra esterlina de aquél mismo papel. El punto es que una recesión no es más que un ajuste inevitable
de un periodo de crecimiento que se basó en gran parte en la inyección artificial de circulante sin respaldo por parte de
los gobiernos. Los gobiernos hacen eso para aumentar su capacidad de gasto y el consecuente incremento de los precios que
sigue al que se ponga en circulación mucho más dinero sin que previamente se incrementara la producción de bienes y servicios
es algo que el común de las personas parecerían comprender… aunque en realidad no sea así. Pero el problema de fondo
es que la inflación es un fenómeno mucho más complejo, insidioso y pernicioso que el simple y visible aumento de precios,
porque el exceso de circulante permitirá casi siempre financiar por la vía del abaratamiento del capital nuevas inversiones
que responderán a las oportunidades de demanda nueva creadas… pero, y es el gran pero, taleS oportunidades dependen
de que se siga inyectando más y más circulante inorgánico, que seguirá impactando los precios y desviando las inversiones
de capital hacia inversiones erróneas y especulaciones financieras no menos erróneas… eventualmente algo disparará las
alarmas y la reducción de la demanda junto con la restricción del circulante –o de no restringirse con la desaparición
del valor de la moneda en hiperinflaciones– no sólo detendrá la escalada de precios, sino que dejará a todas las inversiones
y especulaciones sin demanda como perdidas netas de capital… con los consecuentes problemas humanos que la destrucción
neta de capital produce en una sociedad. Mientras
más rápido y libremente se reorienten los recursos materiales y humanos más pronto y con menos sacrificios se saldrá de una
recesión, y mientras más pronto se detenga la emisión inorgánica menos profunda será ésta… el mayor problema es que
la enorme serie de regulaciones estatistas que entraban las economías del mundo que denominamos desarrollado impiden lo primero
tanto como en el llamado sub-desarrollado. Y la tendencia de los gobiernos a estirar la arruga subsidiando mediante nuevas
emisiones inorgánicas más y más a los capitales involucrados en malas inversiones y peores especulaciones impide lo segundo
igualmente. Irónicamente es la intervención gubernamental irresponsable que impide al mercado libre operar la que causa y
agarba las recesiones que muchos grandes beneficiarios financieros personales de ese estatismo denominas “fallas del
mercado”. Aunque
la emisión inorgánica termine por producir serios problemas de solvencia en el sistemas financiero y por llevar a la quiebra
las inversiones que a su amparo se realizaran, no deja de ser curioso como se la ha intentado revestir de un manto “científico”
de seudo-legitimidad desde el primero tercio del siglo pasado, cuando tan sofisma interesado –y mil veces repetido bajo
otros nuevos mantos– se inició con la irrupción del Keynesianismo que logró dotar de una justificación aparentemente
científica tradicionales políticas fiscales, irracionales y empobrecedoras al mediano y largo plazo; pero capaces de producir
resultados de aparente prosperidad en el corto plazo. Así se legitimó un tipo de política de gasto público inevitablemente
deficitario, para la promoción artificiosa de actividades escasamente eficientes, con cargo a la hacienda pública, Política
fiscal desesperada, que disfrazada de política monetaria novedosa, medida en términos de capital político resultó de bajo
costo y alto impacto. El retraso de unas economías irremediablemente asfixiadas en el agravamiento recurrente de los estancamientos
–que se intentaba combatir– en los casos relativamente leves; y la destrucción del tejido económico, la
descapitalización extrema y el empobrecimiento generalizado de las espantosas hiperinflaciones, es lo que ha dejado la aplicación
de En
realidad quienes ganan con el estatismo son unos pocos privilegiados y quienes pierden son las masas empobrecidas… y
en presentar las causas del mal disfrazadas de soluciones han coincidido siempre los simpatizantes de cualquier socialismo
–desde el autoproclamado amoral Lord Keynes al ex ministro y enriquecido empresario Petkoff Malec– pues el socialismo
no es más que el estatismo llevado a sus últimas y más desastrosas consecuencias, y tales personajes o son beneficiarios inmediatos
y evidentes del estatismo presente que desde ya a las masas ha empobrecido mucho…. O aspiran serlo con mucho más socialismo
en formas aún más destructivas para las mayorías… o las dos cosas. http://grodriguezg.tripod.com
|
||||||||||||||||||||||
|
||||||||||||||||||||||