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![]() www.guillermordriguez.net El mañana siempre llega: Constrúyanos la unidad del triunfo, aún lejano, no la de la derrota cercana |
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Únicamente insisten
en una “estrategia” que comprobadamente conducirá a la derrota, aquellos que medrarán más de tal derrota “propia”,
que de una victoria “ajena”... aquellos
que temen más la victoria que se les “salga de las manos” que la derrota que controlen. Los que pretenden gobernar
manejando los hilos de la influencia, sin arriesgarse con la política real en la calle. Los que se acostumbraron al poder
que les llegó por accidente... como inmerecida herencia que han despilfarrado en poco tiempo... y hoy intentan sobrevivir con sus miserias bloqueando todo posible surgimiento de un liderazgo político
independiente de su fracasada “influencia”. Para quien no esté jugando eso, no hay razón para dejar
de hacer política por todos los medios al alcance, aún en difíciles situaciones, y resulta completamente absurdo
insistir en “la unidad de la oposición” tras el inocultable fracaso político de tal “unidad”.
El admitir que la “unidad” que se llamaba Coordinadora Democrática de Venezuela, e incluía desde un pequeño partido
marxista leninista como Bandera Roja hasta un también pequeño movimiento liberal libertario como Resistencia Civil, y desde
los partidos políticos más grandes, incluyendo históricos o nuevos, como el socialdemócrata AD, o el ideológicamente indefinido
PJ, sin dejar de lado cuanta ONG (incluso unipersonal) exista en la sopa de letras de la tan anti-partidista como “anti-política”
sociedad civil Venezolana... y sumando cuanto tránsfuga saltara (o cayera) desde las alturas de la revolución neo-izquierdista
venezolana en el poder. Unidad sobró, y fue alentada desde la unidad de los escasos
concesionarios de TV privados de Venezuela... que dan demasiados indicios de temer más la competencia abierta que
el comunismo cerrado. ESO YA FRACASÓ VARIAS
VECES... ¿PARA QUÉ REPETIRLO DE NUEVO? Unidad no faltó en
la oposición “de la calle” para seguir cuanto llamado llegó desde la pantalla chica, fuera para marchar,
cacerolear, e incluso trancar calles y avenidas. Sin olvidar el paro nacional y especialmente petrolero... y todo eso fracasó:
Haciendo más sólido al gobierno revolucionario de lo que era antes de cada enfrentamiento. Esa unidad no sirve de
nada. No sirve porque sí bien es capaz de poner cientos de miles de personas en las calles, demostró, pese a tener millones
de partidarios, ser incapaz de crear una maquinaria política organizada capaz de alcanzar y garantizar un triunfo electoral,
a la hora de contar y totalizar. Y si de fraudes se tratase, el que derrota un fraude electoral es el que es capaz
de denunciarlo y movilizarse masivamente en su contra, en el mismo momento en que ocurre... no tras semanas de que fuera
reconocido y avalado el resultado por los mismos observadores internacionales que esa “unidad” no se cansó de
alabar. Apóyate en socialistas contra un gobierno socialista... y caerás
sin apoyo. Se les dijo... no escucharon. Y hoy nos proponen los mismos promotores... la misma unidad. Con lo que
intentan conducirnos. Por torpeza o por viveza (de los dos tipos habrá sin duda) hacia un enésimo fracaso. Tal unidad se basaría,
hoy como ayer... o mañana, en tres premisas falsas: En semejante unidad
los liberales no tenemos nada que hacer; excepto acompañarla al fracaso inevitable. Y eso ya lo hicimos dos veces... por lo
menos. Y en nuestro caso especifico, el costo de tal “unidad” es mayor que en cualquier otro. Los socialistas
coherentes están con su comandante adelantando la revolución más socialista que permiten las circunstancias
de un país que viene del colapso de 45 años de socialismo aprista-socialdemócrata... y es mucho lo que en materia de radicalización
permiten tales circunstancias. Los socialistas que
(por las razones que fueran) se quedaron por fuera del presupuesto público. Los de antes, derrotados por los de ahora, algunos
marginales que nunca llegaron, y otros que “cayeron” desde el poder chavista: Son socialistas “opositores”
al socialismo en el poder. Y lo único que pueden decir, es algo que se resume en “quítenlo a él y pongan a los que reclaman...
para hacer, más o menos, lo mismo”, por mucho que intenten “dorar la píldora”. Los liberales en
cambio tenemos una doctrina opuesta a todos los socialismos, que se traduce en programa político capaz de ser una alternativa
real a los fracasos de todos los socialismos... de antes y de ahora. Es decir que nuestro mensaje es “para
hacer algo totalmente diferente” con lo que proponemos un cambio real... no cosmético. LA UNIDAD QUE NO
SE HA LOGRADO... Y QUE SI PUEDE TRIUNFAR Pero los primeros
en no haber logrado la unidad somos los propios liberales. Una razón es que diferentes grupos... o individuos. Se sumen separadamente en diferentes esfuerzos políticos de carácter
nada liberal. Algo que se vio favorecido por “la unidad” de los contrarios ideológicos. Ya que en semejante pantano
la doctrina y los principios comunes dejan de ser elementos aglutinantes para quines se dejan deslumbrar por el “día
a día”. Así hemos visto liberales que no han logrado sumarle ni un grano de liberalismo realmente a las organizaciones
que apoyan... pero han logrado restarle su valioso concurso al esfuerzo político por la construcción de un partido liberal
que nos incluya a todos. Hay factores que van
de la inexperiencia política al ambiente embrutecedor de la “unidad” encuadrada como una “disidencia”
personalísima dentro del “pensamiento único” liderizado indiscutible por la revolución en Venezuela. Influye la
omnipresencia del socialismo en la totalidad de la “industria cultural” que va de los medios al entretenimiento...
y que permite una oposición mediática y cultural no menos socialista que la revolución contra la que se opone... no menos
socialista, pero por lo mismo... mucho menos efectiva. Pero los principales
factores que atentan contra la unidad política del liberalismo venezolano están en nuestras propias filas... más que en factores
externos. Lo primero que todo liberal habría de leer desapasionadamente es el artículo “12 fallas capitales en los portavoces liberales” de Alberto Mansueti . Lo siguiente es preguntarse algunos ¿Por qué? ¿Por qué estamos llenos
“voceros seudo autistas” que no se cansan de “declarar” pública y notoriamente, que cada uno de ellos
han sido los “únicos” en sostener tal o cual tesis... o hasta conjunto de datos, siendo que es suficiente
con mirar hacia los lados para notar que no es cierto? En parte porque viven
en campanas de cristal, tanto académicas como políticas, y voluntariamente se niegan el ver fuera de sus campanas... más aún
porque no sólo viven en, viven DE, tales campanas, pero sobre todo por idiotas es que llegamos a esto... y en esto nos mantenemos.
Una serie de pequeños grupúsculos de estilo "cenaculár", intentando “influir” al poder
socialista, enfrentados por los escasos recursos que los grupúsculos pueden conseguir... e intentando negar irracionalmente
la existencia de los demás. Algunos por “cuenta propia” y otros enquistados en donde están de sobra.
Así, no podemos atraer y organizar nuestras propias bases políticas. Y por eso parecemos menos de lo que somos en
realidad. De “lesa liberalismo” es el de los liberales que
se empeñan en “negarse” unos a otros. No me canso de escandalizarme ante las declaraciones públicas de tal talante...
ni me canso de asombrarme ante la falta racionalidad que tras las mismas se oculta. El único limite posible para
la unidad liberal es la propia doctrina liberal, y si bien un país que en las últimas seis décadas se ha hecho cada
año más servil que el anterior nos muestra que estamos profundamente equivocados en la mayoría de lo que en esas
seis décadas hemos intentado... no es menos cierto que con sus errores y aciertos son muchos los esfuerzos
liberales dispersos, inconexos, y con más frecuencia de la conveniente, tonta y notoriamente enfrentados
y empecinados en negarse mutuamente. La suma de todos los esfuerzos liberales, o de la mayoría de ellos, con la única
exclusión de los que por fuerza de “moderarse” han dejado ser liberales para transformarse voluntariamente
en socialistas “moderados”, es posible y necesaria... pero solo llegará el día que entendamos que es más lo que
nos une que lo que nos divide. Que por encima de nuestras diferencias, todos somos liberales. Y debemos unirnos por
encima de errores pasados (incluso los que son casi imperdonables). Debemos unirnos no porque seamos “muy poquitos”
para estar divididos (para eso son suficientes dos). Más bien porque somos más de lo que parece... por nuestras
divisiones. Desde las ONG´s caraqueñas y académicas de 20 años como el CEDICE, pasando por el no tan antiguo, y muy zuliano
Centro de Estudios de la Oferta, hasta organizaciones “monotemáticas” como la aragüeña Petróleo Para
el Pueblo, junto con iniciativas estudiantiles y académicas dispersas y de reciente data. Tanto como los que
se quedaron en el camino, tras años de aportes, como más de una publicación regular y un par de esfuerzos políticos. Y dejando
para el final los esfuerzos políticos, desde los regionales como el Zuliano Rumbo Propio, hasta los multi-regionales (por
no caer en la pretensión de decir nacional antes de tiempo) como Resistencia Civil. Y aclaro que está muy lejos de
ser una lista completa la serie de los ejemplos de instituciones que mencioné... no son otra cosa que ejemplos...
Hay más y todas son importantes. Pero el gran problema es que en realidad las que mencioné... y las que
no mencioné por igual. Todas juntas y revueltas, incluidos los grupos e “individualidades” que se han sumado al
esfuerzo político ajeno y contrario... ¡Únicamente agrupamos una pequeña parte de las dispersas y desarticuladas bases liberales!
El espacio para crecer nos los indican desde hace años las encuestas... está entre aquellos que rechazan los dos tipos de
liderazgo socialista, y que son la verdadera mayoría, porque nunca dejan de ser la más grande de las minorías. Pero la fuerza
necesaria para llevar nuestra doctrina y programa común está en la unidad política de todos los liberales bajo una misma bandera.
Y como lo que hoy tenemos, con el calificativo de organizaciones, a despecho de la increíble y sistemática práctica
de negarse unas a otras, ¡y en público mucho más que en privado! no alcanza siquiera la totalidad de nuestras bases
reales. O se unen las organizaciones para sumar las bases... o se unirán las bases desplazando –esta vez sí
de verdad- más de una organización- . En el Movimiento Liberal Libertario RESISTENCIA CIVIL lucharemos por la unidad liberal. Hay varias formas de hacerlo, y en lo personal creo que las primeras son:
Algo muy bueno
que Venezuela le deberá siempre a su actual presidente es forzar un debate de capitalismo contra socialismo,
con eso él se ha garantizado la victoria sobre cualquier intento "aguativista" de terceras vías o socialismos seudo-moderados
y más aún contra la mentira gruesa y torpe... únicamente queda enfrentarlo desde la doctrina política realmente contraria,
la del liberalismo económico, político y social, más radical, revolucionario y “del siglo XXI” que un socialismo
que es poco más que la cuarta república a la quinta potencia. Para eso es que necesitamos construir hoy la unidad liberal...
ni más, ni menos unidad que esa. Y esa, será sólo el principio. |
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