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![]() www.guillermordriguez.net Si es petróleo para el pueblo: No puede ser petróleo para el Estado |
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Tras muchas preguntas de
dirigentes y militantes del movimiento Liberal Resistencia Civil. , y de otros liberales, no menos organizados políticamente, con los que cada día estrecharemos más lazos, he considerado
necesario explicar que es lo que entendemos por “petróleo para el pueblo”. LOS
OBJETIVOS SON LOS MISMOS En la declaración de Borburata
los resistentes en el 2002 establecimos esto: “Necesitamos un Estado
fuerte para las policías, el ejercito y la administración de justicia, pero podemos dejar el resto de las actividades a la
sociedad para que se desarrollen las capacidades individuales en un marco de paz social, seguridad jurídica e igualdad de
derechos. Las ocho acciones indispensables
a tal efecto son: 1. Estado dedicado a sus
funciones naturales, seguridad y justicia. 2. Gobiernos limitados, en
sus cauces, y separados de la esfera privada. 3. Fisco en orden. 4. Libertad monetaria. 5. Mercado libre. 6. Instituciones sociales
independientes del presupuesto. 7. Educación, medicina y
seguridad social para los más pobres mediante cupones municipales. 8. Privatización popular
de PDVSA y de todas las propiedades del Estado que no estén dedicadas al cumplimiento de sus funciones naturales.” Las definimos como indispensables,
porque no se pude adelantar una, o varias, aisladamente. Son un todo integral. Cada una es indispensable,
por lo que lo son todas al mismo tiempo. Y
EL PETRÓLEO El petróleo en Venezuela,
es propiedad del Estado, porque el subsuelo es propiedad del Estado. Adicionalmente, existe una Ley que Reserva al Estado
la Actividad Petrolera. Por esa Ley, la industria petrolera, ha de ser estatal. Por vía de excepción, puede el Estado asociarse
con industrias privadas foráneas. Los nacionales, están -en la práctica y hasta ahora- mayomente excluidos. Respecto de la industria,
lo que hemos sostenido y seguimos sosteniendo es que: “Estamos de acuerdo
con quienes afirman que PDVSA ha sido un mal negocio para su accionista que -por ahora-
es el Estado y no el pueblo. Lamentamos informarte que
PDVSA no fue tuya ayer ni lo será mañana, mientras no tengas una acción a tu nombre y en tus manos, no eres dueño
de nada y quien te diga lo contrario, simplemente te miente. Por eso no creemos que la
solución sea cambiar a los empleados, sino al accionista. Somos partidarios de la privatización, pero entendemos que privatizar
PDVSA sin participación popular sería una injusticia inaceptable. La devaluación de la moneda en Venezuela produce
inflación porque el gobierno es el propietario directo de las divisas al controlar PDVSA. Nuestros gobiernos gastan
demasiado y devalúan para tener mas bolívares. Así han empobrecido a la población por décadas. Para limitar los ingresos
del gobierno, sólo a bolívares; regresar a la población una parte de lo que se le ha robado y reducir drásticamente
la deuda estatal que siempre terminamos pagando los ciudadanos comunes, la solución es entregar gratuitamente no menos
de la mitad de las acciones a la gente y usar el resto para pagar la deuda pública.” Y
EL SUBSUELO Hay dos formas de privatizar
el subsuelo. La primera es la uniendo la propiedad del subsuelo con la del suelo. Hace décadas defendía yo esa idea, pero
encuentro que el más grande terrateniente de Venezuela es, nuevamente. El Estado. Y si bien se podrían privatizar las tierras
estatales. No es menos cierto que las tesis devolucionistas atacan adecuadamente un problema real. La población universalmente
ha sido descapitalizada por décadas de despojos estatistas taimados en los manejos monetarios y fiscales. Es
justo y necesarios ir universalmente en dirección contraria. Por eso la idea de títulos vitalicios de propiedad
del subsuelo, en manos de cada venezolano mayor de edad, que le den derecho de depositar tal título en una institución
financiera para que cobre su cuota parte de la regalía, y se la entregue, me parece hoy la mejor idea, en muchos sentidos. Ahora. Nada de seto
se puede hacer con la actual constitución y las actuales leyes. Es necesaria otra Constitución, y otro sistema legal.
Y la propia Constitución estatista define el camino para alcanzar pacíficamente tal objetivo. Y
MIENTRAS TANTO Mientras tanto
hay mucho que se puede hacer. Incluso bajo el sistema legal estatista actual. El artículo 311 de la Constitución dejó
una ventana para la asignación de la regalía petrolera directamente a la población. Podemos privatizar la regalía.
Pero sólo en los términos que la Constitución establece. Y la Constitución establece que ha de ser para “ la inversión
real productiva, la salud, y la educación”. Así las cosas. Apoyamos un recoger firmas para presentar como iniciativa
popular un proyecto de ley con los siguientes objetivos. No apoyaremos forma
alguna de fondo, o fondos, estatales, o semi estatales, obligatorios para los beneficiarios de la transferencia,
y bajo la administración directa o indirecta de burócratas manirrotos. No podríamos por ser contrario de nuestros principios,
y programa. No apoyaremos forma
alguna de estatización, directa o indirecta, de los fondos que se acumulen en las instituciones privadas que compitan
por captar las cuentas de largo plazo del sistema. La ley ha de prohibir que dichos fondos se usen para comprar deuda pública.
Por lo mismo. Y no es nada de eso lo que se nos propuso apoyar. DE
QUE SE TRATA Se trata de privatizar
la renta, no la propiedad del subsuelo, sino la renta del subsuelo. Y se alguien desea
llamar eso “democratizar” porque cada ciudadano, desde el más rico, hasta el más pobre, recibirá su parte
igual en todo, y decidirá, él y sólo él, donde y como colocarla. Que lo llame como desee. Pero no se trata de crear
ninguna nueva institución gubernamental, ni nada que se le parezca. Se trata de pasar, directamente, una renta que
actualmente administra el Estado, a cada ciudadano a cada ciudadano. para que cada ciudadano la administre personalmente. Y se reconoce que sólo lo podrá hacer para lo que la
Constitución le permite. No para otra cosa. En tanto la Constitución en vigencia sea “la bicha” como la llama
su legitimo padre. Así que no apoyaremos un falso cambio, como sería el pasar de lo que el Estado actualmente administra, de una forma,
para que el mismo Estado, lo administre de otra forma. Si ha de ser petróleo para el pueblo, no puede ser petróleo
para el Estado. Para darle poder al pueblo, hay que quitárselo a quien lo tiene, y quien tuvo antes, y tiene ahora, todo el
poder real en Venezuela, es el Estado. Por eso es que apoyaremos tal idea. Es una idea que tiene virtudes por sí
misma. Y es un paso en la dirección correcta. Será un largo y tortuoso camino. Pero quién se oponga, sea la Asamblea,
o sea el Supremo Tribunal. Le estará negando clara e inequívocamente a cada Venezolano un retiro digno, el acceso a mejores
servicios de salud y educación, y la capacidad de administrar su propia vida, por sus propios medios. La otra forma
astuta de “oponerse” sin oponerse, es la de quien intente trasformar esta idea en otro cambio "gatopardiano".
Dejando los recursos en el Estado, en lugar de pasarlos realmente a la gente. Enfrentar ambas cosas desde el principio. Es
sólo el principio. |
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