www.guillermordriguez.net Las cosas por su nombre: Oposición no es co-gobierno |
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Si
Usted cree -como creemos los liberales- que tenemos un gobierno muy malo, y que mientras más tiempo gobierne, peores
serán sus frutos, es razonable que “se oponga” contra tal gobierno e intente sustituirlo, oportunamente por otro
mejor. Pero las
cosas no son tan simples, rara vez resulta simple aquello en lo que está metido el estatismo por alguna parte. Porque
si lo “otro mejor” que usted propone es “el mismo cachimbo con diferente musiú”, la misma ideología
y prácticas socialistas del actual gobierno, adelantadas por otros socialistas. Usted lo que está es desubicado. Déjese de
pendejadas y lárguese con “SU” comandante. En la oposición lo que ha hecho es estorbar, confundir y alimentar
derrotas. Pero
si Usted entiende -como entendemos los liberales- que el estatismo socialistas de la adecocracia y del chavecismo,
son más o menos la misma cosa, con pocas diferencias
de grado, y algunas de estilo, por ser el último un neo-izquierdismo posmoderno, y el primero un paleo-izquierdismo ya anticuado.
Entonces Usted es un opositor “por naturaleza”. LAS DOS
SALIDAS Si
Usted cree sinceramente que el actual gobierno realiza fraudes electorales de mayor magnitud e importancia que los de la adecocracia. Si se empeña en creer que las fuerzas opositoras del mismo cuño ideológico
del gobierno, ganaron todas las elecciones que ganó el gobierno, pero que este último hizo trampa. Si cree que Salas Feo sacó
más votos que habitantes tiene su Estado, y que Chávez (que es el candidato único y real del chavecismo en toda elección)
sacó unos 4 o cinco votos, pero que la “realidad alterna” carrasquérrica se impuso, y se impondrá siempre. Tiene
Usted dos salidas. Se levanta en armas, lo que será un fracaso igual o peor al de la vieja izquierda marxista ortodoxa que
se opuso por esa vía al marxismo delatorrismo adecocrático. Al gobierno le encantaría la idea. Pueden hasta ayudarlo a empezar. La otra salida, mucho más recomendable y eficiente, es por el aeropuerto. Pues
usted es quién ha dicho que toda posibilidad de derrotar al chavecismo en el terreno electoral está negada. Y los signos evidentes dicen que
los militares que montan los mega-mercados, dirigen proyectos de obras públicas, y se retiran para ganar alcaldías y gobernaciones,
bajo el ala del supremo caudillo de la izquierda venezolana. No están pensando en cambiar de caudillo. ALGUNOS
ANTECEDENTES En Venezuela
existió oposición contra Gómez. Oposición tradicional armada de los restos del partido godo. Como Matos y “Maisanta”. Y existió una oposición socialista que salió a la luz en 1928. Como se trataba
de un gobierno autoritario. Toda oposición seria fue perseguida. Existió un breve período, bajo la presidencia de
Isaías Medina, en que toda oposición fue legal, sin prisiones o persecuciones políticas, y la política venezolana fue realmente civilizada Duró poco.
Los marxistas delatarorristas adecos complotaron con militares ambiciosos un golpe de estado que fue un éxito. Y se iniciaron
nuevamente las persecuciones, prisiones y el terror político. Primero se dejó algún espacio para la acción opositora, y luego
Pérez Jiménez condujo el proyecto del golpe del ´45 hasta su conclusión natural. La dictadura. No gobernó
como el estatista que era en realidad. Por lo que sus resultados materiales fueron buenos. Para hacer lo que creía realmente. No le dio tiempo. Llegados
a 1958. Y a lo que sería el pacto de punto fijo. Vemos que los marxistas heterodoxos (y cristianos) decidieron una
suerte de co-gobierno, por la que se respetarían, (más o menos) entre ellos y sólo entre ellos, los resultados electorales,
pero el ganador garantizaría amplia provisión de cambures y contratos para el socio perdedor. Como tenían, más o menos,
la misma ideología, y habían decidido compartir el botín. Unos eran Gobierno, y los otros co-gobierno. Oposición, en ese pacto no había. Y LA OPOSICIÓN La oposición
marxista ortodoxa fue provocada, hostilizada, y perseguida. Al fin, como su ideología les reclama la toma del poder
por la fuerza y la superioridad de la “elite revolucionaria conductora” sobre “las masan conducidas”,
no se aferraron a la legalidad, en la que contaban con un enorme caudal electoral. Y se fueron hacia donde más fácilmente
les podía derrotar, e incluso exterminar, el marxismo heterodoxo. Las montañas. La incipiente
oposición de derecha, cayó en otra trampa. En la de las apariencias. Y en lugar
de organizarse en polo político propio, de carácter liberal, se debatió entre el apoyo a la “menos mala” de las
alternativas del co-gobierno “guanabanoso”. No hacer nada. E intentar el polo propio, sin sostener el esfuerzo
en el tiempo. Así que.
Pacificada la guerrilla, una vez que la izquierda ortodoxa ya había sido apropiadamente “diezmada” y su popularidad
se había desvanecido por sus propios errores, al glorioso lema de “suelta el fusil y agarra el cambur”...
la izquierda marginal encontró su lugar en el esquema punto-fijista del co-gobierno. ¿Y la derecha?
Se desvaneció diluida en sus errores. ¿Y los liberales? Pues si había, Pérez Dupuy, Sánchez Covisa y Nicomedes Zuluoga son
buenos ejemplos. (Ejemplo el último del que, aún siendo tan pocos, tuvimos también nuestro “preso
político” de la corruptela judicial adecocrática) Pero estaban aquí, como el resto del mundo, en tan
ínfima minoría que se imponía más la divulgación y la propaganda previa, que la participación en la política electoral.
Pese a lo que fue electo, ocasionalmente, algún liberal para nuestro viejo Congreso. Y AHORA Lo que
pasa ahora, es que esos políticos que vivieron al amparo de las practicas del co-gobierno, al punto de creerse sus
propias mentiras, se han tropezado de golpe con la realidad. El neo-comunismo no quiere co-gobierno, porque no lo necesita. Hay en sus filas importante“operadores
políticos” salidos de lo más profundo de la cloaca de la extorsión, la corrupción y la podredumbre del co-gobierno adecocrático,
que dan la impresión contraria. Pero las prácticas de co-gobierno ahora son marginales, tácticas, y despreciadas por
la más el supremo caudillo. Son tan apegados de su estercolero los dinosaurios de
nuestra política tradicional, que ni aún por razones de interés personal, notan que es absurdo insistir en el co-gobierno,
con un señor que exige la más absoluta y rastrera de las obediencias, para terminar citando aquello de “Roma no paga
traidores”. Por eso lo odian a muerte. Porque no les da “su parte” del botín, las que “les
toca” por ser “la oposición” de tan parecida naturaleza ideológica del gobierno. Los están tratando
como una verdadera oposición “cualquiera” y les montan encima “la pata completa” del poder estatista.
Poder que tiene la capacidad de abusar, única y exclusivamente por la imposición de las ideas que ellos mismos sostenían
y sostienen. Y eso no lo soportan. Porque así no pueden llegar nunca a ser gobierno, ni vivir del gobierno en una
permanente oposición. Y sus intentos de forzar la barra, por la vía de los hechos, fracasaron tan terriblemente que su enemigo
salió significativamente fortalecido. LA
OTRA SALIDA |
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