www.guillermordriguez.net Castigar al pasado es inútil, construir el futuro indispensable |
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EL VOTO CASTIGO Afirma María Alejandra. Así se llama mi esposa. Que en el llamado
“voto castigo”, (que es votar contra la acción de un gobierno, sin detenerse a analizar las propuestas del candidato
opositor que uno vota) tiene años prevaleciendo en Venezuela. Y que nos ha conducido a cambiar gobiernos malos por otros perores,
una y otra vez. Votamos contra CAP I, y elegimos a LHC, que basó su campaña en aquello de ¿Dónde están los reales? Y ¿Es esto
correcto?. Y bueno claro que era manirroto el gobierno de CAP, y que había una escandalosa pobreza en la Venezuela de tal
despilfarro. Pero ¿Alguien preguntó como solucionaría el candidato Luis Herrera tal problema? Lastima que no. Porque el Candidato
presentó un compresivo y muy bien explicado programa de gobierno, en el que quedaba muy claro que las recetas propuestas,
eran las mismas del manirroto. Ahorrémonos la descripción de todos nuestros errores. Herrera, Lusinchi, Pérez II “el
paquetista”, Caldera II “el chiriperico”, y finalmente Chávez. Es obvio que en perspectiva histórica, tiene
razón María. Pero agrega María que el rechazo a los partidos políticos, a
“los políticos”, a “la política” misma, es parte de ese “voto castigo” que nos conduce,
no a tener mejores partidos, mejores políticos, y una mejor “político” sino a ir de mal en peor... dando palos
de ciego. Eligiendo sin ver. Y nuevamente tiene razón. Finalmente, afirma ella, que en el Referéndum Revocatorio Presidencial
privó nuevamente “el voto castigo”. Y dice uno. Claro, de hecho el Referéndum es la oportunidad de aplicar ese
voto castigo, a un gobierno, sin necesidad de votar por alguien para sustituirlo. Eso último en el sistema venezolano, queda
para 30 días después. REALIDADES COMPLEJAS Pues no es tan simple, opina María Alejandra, en las escasas
ocasiones en que opina sobre estos asuntos. La campaña del NO, que según los resultados oficiales ganó, se basó en el lema
¡NO VOLVERÁN!. Que significa. Vota para castigarlos otra vez más. No importa si Chávez es bueno o malo, ellos son perores,
castígalos y ¡NO VOLVERAN!. Y nuevamente tiene razón. Aquello de ¡Las misiones son lo nuestro,
vamos a defenderlas! Fue un remate de una larga campaña en la que el gobierno, usó y abusó, del poder y los recursos del Estado.
Y los mayores esfuerzos de tal campaña no fueron para defender los logros de la revolución, sino para convence a los votantes
para que castigaran a la dirigencia opositora, no sólo por el pasado, sino por el paro general indefinido de 60 días. Paro
que fue buscado y provocado por el propio Presidente en funciones, según admitió en alocución al parlamento, pero que la inmensa
mayoría de la población atribuye como responsabilidad, no al astuto que tendió la trampa, sino a los bolsas que en ella cayeron.
Y es justo eso. Así que se impuso el voto castigo. Castigo a una oposición aún
indigna de confianza, tanto por buena parte de los que votaron no, como por los que se abstuvieron de votar. Porque no les
ven diferencia real a Chávez, Enrique Mendoza y Henry Ramos, en el terreno de las ideas y propuestas para la administración
de la cosa pública. Según entiendo, no le ve mucho futuro al país maría Alejandra,
mientras sigamos votando en negativo, con un voto castigo, en lugar de votar en positivo, por algo diferente. REFEXIONES SILENCIOSAS De hecho, además de los abusos de poder, las presuntas dobles
direccionalidades, de las maquinas supuestamente unidireccionales “según Jorge Rodríguez” y pese a que ella se
vino muy preocupada porque su papeleta, aunque rezaba SI, imprimió el digito correspondiente al NO. Y eso que votó en un centro
en que prácticamente arrasó el SI, en los carrasquericos resultados oficiales. Lo que más le preocupa es que nuevamente se
impusiera la maldición del voto castigo. Y que “los que estamos en eso” nos quejásemos que la campaña opositora
no fuera suficientemente contundente. Suficientemente ¿Dónde están los reales?. Y digo yo ¿Qué más le podíamos pedir a nuestra
variopinta alianza? Variopinta e indefinida, no podía llegar a acuerdos para presentar propuestas realmente diferenciadas.
Así que su falla no fue el no dar Peras, pues no era Peral. Si no el no dar los frutos que corresponden al Olmo, ya que era
Olmo. Cierto, Chávez promovió más y mejor, el voto castigo. Es el primero que lo logra desde el gobierno. ¡Así será de rechazado
el liderazgo opositor tradicional!. Y sí. El nivel de rechazó es similar al de apoyo. Igual con Chávez. Pero cuando mi esposa
lee el Plan Consenso País, nota que no dice nada de lo que los Chavistas “Gritan por televisión” que dice. De
hecho nota que cambiando algunas palabras, le “librito” lo podía hasta firmar el MVR. Y como los liberales libertarios
formamos parte de la comisión que en tal “librito” trabajó. Me pregunta ¿Por qué no hay ninguna de las ideas o
propuestas de Ustedes ahí? Respondo que estábamos en minoría, todos los demás, que eran muchos eran estatistas, y al final
las cosas “se votan” y esa gente al final piensa muy parecido a Chávez. ¿Y porque perdían el tiempo en eso, en
lugar de trabajar por sus propias propuestas, sumando gente que si quiera escuchar algo nuevo, y que si funcione? Puedo hablar
por hablar, pero no tengo respuesta. Y NOSOTROS QUE... Y si mi esposa votara mañana en una convención nacional del
movimiento liberal libertario venezolano. Nos salvaríamos de su “voto castigo”, quienes en tan malas compañías
hemos andado todo este proceso. Hoy si, pero la paciencia tiene limite. La variopinta alianza tuvo sentido hasta el referéndum.
Y tiene sentido que bajo su bandera se adelanten todos los procesos legales sobre las presuntas irregularidades denunciadas.
¿Algo más? Yo no veo nada más. Creo que llego la hora del “cada oveja con su pareja” y que quienes no lo asuman
rápido, se quedarán eventualmente, sin oveja y sin pareja. ¿Y que haremos los liberales libertarios? Seguir en lo nuestro,
que es lo que tenemos tiempo haciendo. Construir el futuro, con gente nueva, ideas nuevas e instituciones nuevas. Y algunas
nuevas a los oídos nuevos, porque también seguiremos “reclamando nuestra historia”, defendiendo lo que sí funcionó,
en un pasado lejano. Ese pasado, debemos rescatarlo y reivindicarlo. No es los mismo, lo que hoy proponemos, pero si tiene
continuidad histórica. Lo que ya no podremos hacer, es tomar en cuenta “nuestros” intelectualmente admirables,
pero políticamente lamentables “profesores autistas” que sueñan con
hacer política “desde el poder” (o la influencia) cuyos cayos prenden machacar a pisotones. |
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