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El bien común: Comúnmente es bueno sólo para el que manda













Guillermo Rodríguez G.





3erPolo
















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"La menor minoría en la Tierra es el individuo. Aquellos que niegan los derechos individuales, no pueden llamarse defensores de las minorías."

Ayn Rand

 

Pese a que la inmensa mayoría de los lideres de cuarta y quinta no dejan de hablar del sacrificio individual por el interés colectivo, en contra de la amenaza que representa "el otro". El más triste de tales llamados lo hizo quien dijo la primera vez que se paró en una tarima "hay sacrificar todos los intereses individuales por el bien común, para no caer manos del castro-comunismo". Triste, porque cambiando la palabra "castro-comunismo", por la palabra "imperialismo", no sólo Hugo Chávez, sino incluso Fidel Castro podía usar la misma frase.

No hay tal interés general ni "bien común" que debiera sobreponerse al de los individuos, existen intereses individuales que por ser similares se trasforman en intereses de grupo. Los intereses de diferentes grupos e individuos pueden diferir, pero el único interés general posible "el bien común" sería la suma de los puntos en que coinciden todos los intereses individuales. Todos los estatismos están construidos entonces sobre mentiras que han permitido llenar los bolsillos de algunos a costa del interés de las mayorías, que afirman defender.

EL ENEMIGO INTERNO

La mayoría de las personas creen en ideales colectivistas. Los colectivismos afirman que el individuo debe sacrificarse en nombre del interés de algún colectivo superior. Difieren, eso si, en cuanto a que cada grupo tiene su propio colectivo superior. Los marxistas, el proletariado, los fascistas, sus nacionales puros; los demócratas totalitarios, la mayoría; etc., etc.
El caso es que los colectivismos implican que aquellos individuos que formen parte del colectivo "superior" se sacrifiquen por su propia voluntad, y que los que no formen parte del colectivo (o no sean conscientes de ello) sean obligados por la fuerza.
Un grupúsculo no puede someter a millones de individuos a su voluntad, si no convence a una parte importante de esos millones de la pertinencia de su programa.
La creencia en ideales colectivos, es el engaño exitoso de donde sacan su poder los colectivismos. Creer en ello les da seguidores, y son esos seguidores los que les permiten convencer o someter al resto de la sociedad.

EL ESTADO COMO ENEMIGO


El Estado sirve para defender a los individuos decentes que obedecen las leyes y se abstienen de dañar a otros, de aquellos que no lo hacen. Es por eso que las leyes más importantes, son las que defienden a cada individuo del poder de ese Estado. Cuando se usa el poder del Estado para afectar arbitrariamente el interés legitimo de cualquier individuo, se esta usando al Estado para violar los derechos individuales.
Cada vez que un grupo colectivista llega al poder, inmediatamente usa al Estado para afectar a quienes no forman parte de su colectivo y con ello termina, más temprano que tarde, por empobrecer a todos, incluso a "su" colectivo.
El uso del Estado a favor de intereses "colectivos" daña el interés del único colectivo legitimo, que somos todos, porque daña el de cada uno. No existe ningún colectivo superior a todos, y todos incluye necesariamente a cada uno.

Quien sacrifica a uno sólo, no defiende el bien común.
















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