www.guillermordriguez.net Venezuela 2014: Al borde del precipicio una generación se resiste a dar el paso al frente |
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Los protestas estudiantiles
del 2014 en Venezuela son contra el socialismo, y lo son porque los estudiantes empezaron a protestar por desesperación ante
la violencia que representa la delincuencia desatada, la escasez, el racionamiento, los asfixiantes controles y el consecuente
empobrecimiento en medio de la prepotente pretensión totalitaria de un gobierno inepto que tras 14 años en el poder los ha
dejado sin futuro y sin esperanza, así que lo sepan o no, y lamentablemente no son la mayoría
los que lo saben, están protestando contra el socialismo, que es la causa de todo aquello que rechazan, los que si lo saben
son quienes gobiernan, y por eso su respuesta ha sido la brutalidad criminal esperable en un socialismo que se esfuerza por
completar el control total en el momento en que las nefastas consecuencias de su década y medio en el poder son cada vez más
claras. Sabemos que la abrumadora mayoría de los políticos opositores, de todas las edades, no pueden elevarse a la altura
del momento porque carecen de ideas radicalmente diferentes a las de los gobernantes para enfrentar la causa del mal que no
es otra que el socialismo, no se nos escapa que la brutalidad y el crimen no es simple urgencia, sino que intenta también
imponer el miedo sobre muchos más que sienten lo mismo que los que protestan pese a la represión, y no ignoramos que en eso
la brutalidad del abuso de poder siempre ha tenido éxito inicial, comprendemos que muchas personas ven el mundo a través del
cristal de la propaganda de un gobierno del que dependen cada día más y al que han sometido su conciencia inadvertida y alegremente,
principalmente gracias al infame adoctrinamiento que desde mucho antes de la llegada al poder de los actuales gobernantes
adelantaron quienes ayer gobernaron como versión moderada de estos, y hoy pretenden adversarios con las mismas ideas fracasadas
cuyas consecuencias sufrimos todos los que no pertenecemos a la nomenclatura de enchufados y asociados al crimen, pero precisamente
por eso es que no es el momento hacerle el juego involuntariamente y por simple orgullo intelectual a quienes están destruyendo
material y moralmente a Venezuela para imponer su revolución sobre un desierto de miseria y envidia, lo cierto es que hemos
perdido lo poco que teníamos de República y en medio de la tenaz obscuridad que nos rodea necesitaremos la más pequeña luz
de la que cada cual sea capaz para llegar algún día a recuperarla y rehacerla. No hay una reacción ante alguna medida especifica del gobierno, no es como el movimiento estudiantil del 2007 que empieza a movilizarse en protesta por el cierre del canal de televisión RCTV, no hay mayor organización ni una agenda política definida, hay un rechazo desesperado a los efectos del socialismo que comienza a identificar el origen de sus males en una generación que teme sufrirlo “de la cuna a la tumba”, en realidad eso es lo que hay en la calle entre los jóvenes cuya principal consigna ha sido “no soy Capriles, no soy Maduro, soy un estudiante que lucha por un futuro” y no es “antipolitica” sino puro y simple rechazo a líderes políticos con demasiadas coincidencias ideológicas de fondo como para representar a quienes comienzan a ver el destino al que los conduce esa ideología; mientras que del lado del gobierno lo que hay hegemonía comunicacional, represión brutal, propaganda abrumadora y de miedos y mentiras, sí, miedos como mentiras en plural, para cada cual el gobierno tiene una mentira que repetir mil veces y un miedo que inculcar, esa es su fuerza y su debilidad, cuando algunos comienzas a temer más a los efectos del socialismo en el poder que al poder del gobierno socialista para aplastarlos. Eso es lo que está ocurriendo, y lo que seguirá ocurriendo, porque independientemente de cuándo y cómo puedan llegar a cesar estas protestas concretas, las causas de los males que empujaron a los jóvenes a protestar seguirán ahí, en un socialismo que comparte en mayor o menor grado el liderazgo político gubernamental y opositor, un conjunto de ideas que únicamente pueden producir destrucción material y moral, y que únicamente pueden venderse mediante la mentira y el miedo, porque en última instancia no son más que envidia y resentimiento. Para muchos Venezuela pasó el “punto de no retorno” en el totalitarismo socialista de nuevo cuño, es posible, pero eso no significa que el socialismo gobernará para siempre pues el socialismo es intrínsecamente inviable en el mundo moderno a largo plazo. Que tan largo sea ese plazo es lo que ha de preocupar a quien sabe que le toco en suerte sufrirlo, lo que con mucho dependerá de que quienes están tomando conciencia del verdadero origen de nuestros males sean cada vez más y lleguen a entender también cual es la verdadera solución para recuperar esa esperanza perdida en un futuro mejor. Lo que le ha robado el futuro a los Venezolanos que lo saben, y a los que aún no lo saben y creen ingenuamente lo contrario, no es únicamente su propio gobierno, porque localmente la causa incluye a los intelectuales y políticos que torcieron el rumbo del país desde 1945 a la fecha, cada vez para peor, mientras globalmente se trata una informe y poderosa red global descentralizada cuyo objetivo y fe común es el socialismo, y eso se combate únicamente con una fuerza equivalente y de signo contrario. Entre los asesinatos, tortura, detenciones arbitrarias e incluso aleatorias, la censura creciente, la brutalidad desatada de fuerzas represivas oficiales y "oficiosas" que actúan como tonton macoutes rojos, el socialismo en el poder en Venezuela se comienza a aflojar un poco más la máscara táctica para enseñar su verdadero rostro, si al menos aprendiéramos que al final ese es el único rostro verdadero de todo socialismo, tal periplo por infierno no sería en vano. Venezuela es hoy importante por las peores razones posibles, depende de todos que en el futuro pase a serlo por la mejores. |
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