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![]() www.guillermordriguez.net De Roosevelt a Bush: Crisis del intervencionismo, mentiras de sus propagandistas |
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La intelectualidad ñangara en su esfuerzo des-informativo sistemáticamente
se dedica a calificar como fallos “del mercado” las consecuencias de las intervenciones estatales que a su vez
promueve contra el libre mercado. Hoy nos hablan de una crisis del “libre mercado” y del “capitalismo”
como si las instituciones y políticas que han fallado notoriamente no fueran todas, sin excepción, producto del intervencionismo
estatal sobre un mercado cada vez menos libre. Es lógico que estén descorchando champaña cuando el gobierno federal
saliente en EE.UU. lanza un plan de destrucción económica sólo equiparable al “New Deal” de Roosevelt. Ellos saben
perfectamente que Bush es cualquier cosa menos un defensor del libre mercado, por eso les resultaba tan conveniente mentir
calificándolo de tal. Hoy les sale más rentable que nunca esa mentira. Del mismo modo que saben perfectamente que el New Deal
fue la causa, no la solución, de la gran depresión que extendió por más de una década una crisis de 1929 que ha podido solventarse
en pocos años, pero nada les ha resultado tan rentable como la mentira mil veces repetida en ese punto. Tanto que a decir
verdad, algunos de los que la repiten, han terminado por creerla. En occidente, las crisis cíclicas de expansión y contracción se pueden
rastrear al menos hasta el siglo XV y XVI y están relacionadas con el entonces incipiente sistema bancario de reserva fraccionaria
que hace del sistema financiero un peligroso castillo de naipes, así como con el incremento de circulante por el descubrimiento
de nuevas minas de oro y plata… sólo que aquellas crisis se solventaban con rapidez al liquidarse malas inversiones
por quiebras, y reorientaciones del capital; un nuevo tipo de crisis surgiría sólo en el siglo XX, por efecto de las nuevas
y mayores intervenciones del Estado en el mercado. El nuevo tipo de crisis empieza, para el caso de los EE.UU. que nos ocupa,
el 23 de diciembre de 1913 con Los paralelismos son notables, pues con la caída de Friedman creía que el fallo de ¿Fallos del libre mercado o del intervencionismo? Para muestra vasta
un botón: Franklin D. Roosevelt al prohibir la propiedad privada del oro e implementar el New Deal, entre otras muchas empresas
estatales fundó en 1938 una agencia federal llamada Federal National Mortgage Association (FNMA) a la que se suele llamar
Fannie Mae con el objeto de transformar el mercado secundario de hipotecas de los EE.UU. en un monopolio del gobierno federal
y usarlo para incrementar la liquidez abaratando el crédito hipotecario. La empresa fue trasformada en corporación privada
en 1968, aunque siguió siendo una empresa patrocinada por el gobierno federal, que ya en 1970 introdujo en el juego
El problema de la calidad de los activos sobre los que se otorgan los
créditos, que es el reverso de la calidad de las inversiones para las cuales se otorgan, son cosas que suele quedar fuera
de las ecuaciones de los economistas matemáticos. Quizás sea por eso que en la antípodas teóricas monetaristas y keynesianos
lo pasan por alto casi igual, pero el caso es que es si la inyección de liquidez excedentaria es la bomba de tiempo, en el
mercado en se concentre el problema “subprime” es dónde empezará a su tiempo la explosión. Y en esta oportunidad
la espoleta de la bomba financiera la montó diligentemente la administración Clinton en el mercado de hipotecas. En 1999 sólo
había que leer la prensa, incluso la prensa más afín al partido de Clinton, para entender que a la bomba inflacionaria que
se había montado desde Roosvelt, y se había agrandado “corriendo la arruga” de salir de cada crisis con inyecciones
de nueva liquidez y una deuda creciente, finalmente le habían puesto la espoleta de tiempo que la detonaría una década después: "…ayudar a que las minorías
y la población de menores ingresos se hagan de una casa, Fannie Mae Corporation planea reducir los requerimientos crediticios
que le pide a la banca al momento de comprarle su cartera hipotecaria". (…) "busca incentivar a los bancos a que concedan
préstamos hipotecarios a personas a las que su historial crediticio no les permite obtener préstamos convencionales". (…)
"el suscriptor de préstamos hipotecarios más grande del país, se encuentra presionado en gran forma, por un lado, por El secretario de vivienda y desarrollo urbano de Clinton, Andrew Cuomo, ordenó investigar a Fannie Mae por
discriminación racial y propuso que el 50 % del portafolio de Fannie Mae's y
Freddie Mac's fuera de hipotecas otorgadas a personas de ingresos medios y bajos preferentemente de minorías en el año 2001.
Al iniciarse la administración Bush el economista jefe de Para inyectar liquidez se debe, entre otras cosas, bajar la tasa de
interés. Y para salvar a los bancos en los ’30 se recurrió a la especulación con bonos del gobierno que sirvieron para
cambiar los activos depreciados por algo que debía subir de precio –y mucho– al bajar la tasa de interés e inyectarse
más liquidez al sistema, sólo que en aquellos tiempos de patrón oro la gente aún podía recurrir al metal dorado para
protegerse y con tales atesoramientos subía nuevamente la tasa de interés, por lo que La administración Roosevelt simplemente
confiscó el oro de sus ciudadanos y penalizó la tenencia con diez años de cárcel, lo que garantizó una especulación en el
mercado de los bonos gubernamentales diez veces mayor que la de la bolsa antes de 1929 y permitió así la recapitalización
artificiosa de los previamente muy mal manejados bancos. Hoy ya no hay patrón oro, lo empezó a eliminar Roosevelt y completó el trabajo Nixon; y el dólar tiene signos
de estar declinando como principal divisa internacional tal como declinaba la libra en las primeras décadas del siglo pasado.
Y lo que al final se propone la administración Bush es cambiar los activos financieros de valor inferior a los prestamos que
deberían garantizar, por deuda gubernamental que facialmente lo garantice plenamente en las carteras de los bancos.
Las políticas que crearon y agravaron la crisis de 1929 y la del 2008 se parecen asombrosamente, no es de extrañar que se
parezcan pues las dos crisis, ni que lo que pase en adelante sea también muy parecido a lo que pasó entonces. Al final el
gran problema es que salvar de la quiebra con el dinero del gobierno –que no lo olvidemos, es el que sale de los bolsillos
de la población a la fuerza, por medio de impuestos, inflación o las dos cosas– no es otra cosa que premiar el manejo
financiero irresponsable de unos poco –protegiendo sus ganancias– a costa del valor de los ahorros y del trabajo
futuro de todos. Eso fue lo que produjo una recesión prolongada en los años ´30 y eso es lo que puede producir otra
ahora. Obviamente es difícil para los políticos aceptar que la solución sea “no hacer nada” y permitir que quiebren
bancos y empresas que manejaron mal su negocio, llevándose con ellos algunos ahorros e inversiones de la parte del público
que cometió el error de invertirlos en aquellos y dejando sin empleo temporalmente algunas personas. Y tienen un único punto
a su favor, el riesgo de que bancos e instituciones financieras cuyos préstamos e inversiones estén razonablemente respaldados
–no por activos basura sino sólidos– colapsen en una crisis de confianza en un sistema de reserva fraccionaria
es real. Pero eso no es razón para que los responsables de la crisis –políticos, burócratas, financistas e inversionistas–
sean salvados de los resultados de sus malos manejos con cargo a los bolsillos de quienes manejaron más prudentemente sus
finanzas, y que en tal proceso crezca y se fortalezca el modelo de gobierno multipropósito desmesurado a cargo de mafias mercantilistas
burocráticas y políticas que fueron y serán las causantes –y al mismo tiempo las beneficiarias– de muchas pequeñas
y alguna otra gran crisis, antes ahora y en el futuro. Aunque al final eso es lo que pasó en la gran crisis del siglo pasado,
y lo que está pasando en ésta. [1] HOLMES, Steven A. "Fannie Mae eases credit to aid mortgage lending", New York Times, Septiembre 30, 1999 (Artículo) . |
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