www.guillermordriguez.net El pueblo lo dijo: ¡Es NO al socialismo! |
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El resultado del referéndum del 2 diciembre
en Venezuela es muy claro, el pueblo dijo NO al socialismo. Es un rechazo muy
significativo cuando se considera que la primera vez que el actual presidente de Venezuela –y supremo caudillo del socialismo
criollo– pierde una votación nacional fue ésta… la única en que lo que puso a consideración en las urnas fue el
modelo socialista. Por el socialismo en Venezuela, al parecer no llegaron a votar ni siquiera la totalidad de los aspirantes
a militantes inscritos en el oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela. Pero también es claro –y es algo sin
duda preocupante– que el 49 de los votantes dijeron si al socialismo, mientras
casi la mitad se abstuvieron de votar. Redondeando para no complicarnos con el detalle (cosa de la que nos ocuparemos en el
futuro cercano) podemos decir que poco menos de un tercio de los venezolanos apoyó al socialismo, poco más de un tercio lo
rechazó, y otra cantidad cercana al tercio no se pronunció… al menos no esta vez. No parece ser del todo cierto que tres millones
de chavecistas se abstuvieron y que los que se opusieron al socialismo en las urnas son prácticamente los mismos que en la
presidencial votaron contra el que ganó… que no es lo mismo que “por” el que perdió. Y eso en realidad resume
el porque perdió… Pero retomando lo actual, no parece ser del todo cierto porque la militante abstención de quienes
afirmaron que no se debía votar porque los resultados igualmente serían un fraude –tesis absurda porque de imponerse
le evita al presunto defraudador la molestia, aunque de todas formas tendría que se evidente hoy para aquellos que no era
tan fácil un gran fraude electoral como creían– si bien no se extendió lo suficiente para evitar lo que final y afortunadamente
ocurrió, difícilmente fue mucho menor que en las presidenciales… y la actitud de quienes jugaron a eso abiertamente
casi hasta el final y ambiguamente aún luego de llamar tardiamente a votar No, estuvo muy cerca de regalarle el triunfo al
socialismo. En éste momento no puedo asegurar si la abstención en los centros en que la victoria del No era sencilla fue mayor
esta vez que en la presidencial… pero por los primeros datos no lo descartaría. Lo que digo es simplemente que si bien
muchas personas que en la presidencial votaron por actual presidente al poner este a votación su ideología se abstuvieron,
un número de aquellos que sospecho no es nada despreciable no se limitó a abstenerse, también votó No. Lo que en modo alguno significa que unos y otros no pudieran nuevamente votar por el caudillo del neosocialismo
venezolano… pero dejo claro que ni es seguro ni es incondicional. Y ello no sólo moralmente legítimo, sino moral ética y políticamente loable. Dejando de lado lo evidente que todos los factores
políticos, de gobierno y oposición notaron… como que el atacar sistemática y groseramente a la jerarquía católica en
un país mayoritariamente católico que aprecia y valora sus creencias es muy mala idea para un gobernante que deberá someterse
a las urnas… o que la entrada en la política activa de una nueva generación
por medio del mayoritariamente espontáneo e ideológicamente heterogéneo movimiento estudiantil, pese a sus deficiencias políticas
quizás inevitables, fue el catalizador crítico de la participación y autoorganización de un pueblo llano que produjo la victoria
del No por encima de las insuficiencias evidentes de las debilitadas maquinarias políticas que en el bloque del No se agruparon…
Hay tres primeros datos, no tan evidentes para todos, pero que para los liberales tienen que saltar a la vista y de los que
debemos sacar las conclusiones importantes: De los dos primeros puntos debemos todos los
liberales –y a decir verdad todo el país político, pero cada quien le habla primero a los que más pueden escucharlo–
sacar algunas conclusiones que para el Movimiento Liberal Libertario Resistencia
Civil siempre fueron evidentes: Que aún con dificultades,
abusos de poder y los recursos públicos a favor de una parcialidad y la partidización de las instituciones del Estado…
la vía electoral está abierta y las victorias electorales contra el socialismo del Siglo XXI son posibles. Chávez no es dictador,
no porque no quiera, sino porque no puede. Su talante y voluntad totalitaria no se pueden poner en duda porque se corresponden
con su ideología y proyecto, si bien es obviamente capaz de adelantar un discurso de demócrata cuando la realidad lo exige,
es clara su intención de adelantar por cualquier otro medio posible y en cualquier momento favorable, con los subterfugios
que sean, aquello que fue claramente rechazado en las urnas… Lo que nos anunciara inmediatamente después del primero
discurso no es cuestión de convencer civilizadamente a los que votaron No… o a los que abstuvieron, es cuestión de vencer
por medio de subterfugios en lo que no se pudo vencer por medio de votos… y aquí hay que recordar la inconmensurable
estupidez que significó el masivo retiro de candidaturas opositoras en las últimas elecciones de Explicando lo prometido…
lo que el neosocialismo se empeña en denominar “exclusión” y que no es más que la discriminación social y jurídica
contra los sectores de menores recursos, era algo que predominaba durante los últimos tiempos del puntofijismo… es ese
fenómeno perverso que se desarrolló entre las capas medias –mayoritariamente socialistas y estatistas– de Venezuela
no fue la causa de la llegada al poder del neosocialismo y su caudillo, pero fue y sigue siendo la clave de sus subsiguientes
victorias electorales, porque con los limitados ineficaces y a la larga inútiles métodos del socialismo combatió el neosocialismo
venezolano –o al menos su supremo caudillo– tal fenómeno decidida y consecuentemente… más o menos un año
antes del referéndum revocatorio… pero sin darse descanso en ello desde que tan tardiamente empezara. Los medios serán
ineficaces, pero la intención y todo lo de de valoración y dignificación de los seres humanos antes discriminados significa,
especialmente cuando es el poder el que actúa son cosas que establecen una poderosa conexión emocional, por lo demás justificada,
entre el caudillo y las masas que lo apoyan. Que dicha conexión no sea suficiente para que voten por el socialismo, significa
que los objetivos de “inclusión” que no es otra cosa que dignidad, igualdad ante Los esfuerzos políticos
liberales se concentran en organizaciones muy pequeñas, tanto que la razón no alcanza a explicarse que sean varias, y si bien
unas tienen muchas más posibilidades políticas que otras… la mejor posibilidad política de todos pasaría por la unidad
–en mi opinión imposible al 100%, y es algo en lo que me encantaría equivocarme– de todas las iniciativas políticas
liberales bajo una sola bandera y programa, que sólo puede ser el del capitalismo popular en su más radical y plebeya expresión. La emergencia de de un nuevo ciudadano liberal que serios
y profundos estudios de opinión nos adelantaban y que estos resultados en las urnas confirman, con todos los matices que se
quiera, es de una proporción numérica que excede en mucho nuestra capacidad inmediata de organizar como movimiento político…
ello implica tres riesgos y una oportunidad. Los riesgos están, de mayor a menor:
en que esos ciudadanos se conformen con apoyar al socialismo moderado activamente, que no participen en política activamente
o que se organicen en más y más nuevas formaciones políticas pequeñas creando un inestable y fragmentado liberalismo político
como archipiélago de siglas con capacidad disminuída por su fragmentación… la oportunidad es que la mayoría de esos
ciudadanos se organicen activamente bajo una sólo bandera política liberal y libertaria, que por ser aún políticamente débil
implicaría más necesidad de compromiso, autoorganización y esfuerzo que cualquier otra, lo que es difícil pero no imposible,
y de lograrse sería la clave de futuro mejor para todos venezolanos… depende de nosotros, los que tenemos años insistiendo
en levantar la bandera política liberal, más aún que de ellos que están descubriendo por si mismos el camino y en muchos casos
sin conocer su nombre… pero definitiva y ciertamente depende de todos. Aquí al menos, estamos a disposición de todos. Quienes por largos años mantuvimos levantadas
las banderas de liberalismo libertario, contra viento y marea, tuvimos siempre presente la esperanza de que servirían de estandarte
aglutinador cuando llegara la hora… la hora pareciera llegar, y de ser así, veremos si era justificada esa esperanza.
Pero lo fuera o no, seguiremos con nuestra banderas en alto luchando por un futuro en que sea el gobierno dependa del poder
de los ciudadanos en una sociedad realmente prospera, libre y diversa… y no los ciudadanos empobrecidos y uniformizados
los que dependan de las dadivas clientelares del poder de gobiernos ilimitados… por más alternativos y democráticos
que sean, o dejen de ser. |
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