www.guillermordriguez.net Una causa, tres consecuencias: Socialismo, inflación, escasez y empobrecimiento |
|||||
|
||||||||||||||||
Durante los últimos doce meses la cantidad de dinero
que el Estado Venezolano colocó en circulación creció en 54%... La producción de bienes y servicios en el mejor de los casos
poco más de 10%. En febrero de 1999 cuando el actual gobierno
llega al poder la cantidad dinero en circulación era del orden de los de 10 billones de bolívares, tras siete años está en el orden de los 71 billones de bolívares. La población y la producción
han crecido muchísimo menos, con lo que la inflación real se sufre tanto en los precios como en la recurrente escasez
de los productos regulados. La inflación es un fenómeno muy fácil
de entender: 1- Cuando la producción de bienes
y servicios crece más lentamente que el circulante el nivel general de precios sube. 2- En cuanto la producción crece al mismo
ritmo del circulante el nivel general de precios se mantiene estable. 3- En el momento en que la producción crece más rápidamente
que el circulante el nivel general de precios baja. 4-Los incrementos de la producción de bienes y servicios requieren un gran esfuerzo de trabajo y eficiencia creciente,
mientras que los incrementos de circulante no requieren más que la irresponsabilidad de quien nos gobierne,
con lo que los primeros difícilmente podrán alcanzar a los segundos a menos que se limite efectivamente el poder del Estado
en esta, como en otras materias. Con la inflación no todos los precios suben igual, ni todas
las personas se ven afectadas de la misma forma. Algunos precios subirán por encima del promedio general y otros por debajo.
Los sectores con una rotación de inventarios más lenta sufrirán mayores descapitalizaciones y los sectores que introducen
el nuevo circulante en el mercado se beneficiaran inicialmente. Pero en la medida que la inflación sea crónica, la
industria y el comercio desarrollan la “intuición” de la carestía y estimarán con ella “costos de reposición”. Quienes perciben ingresos fijos no pueden ajustarse a la inflación más de
forma tardía y parcial. Son los que más se empobrecen al tiempo que la mayoría de las empresas se descapitalizan.
Todo se resume en un decrecimiento sostenido del PIB por habitante. Venezuela ha sufrido este decrecimiento del PIB por
habitante al menos tres décadas. Y con 47 de años completos de hegemonía socialista,
la concentración de capital en cada vez menos manos ocurrió en el Estado y benefició
a los asociados de quienes lo han controlado. Un resultado es que cualquier gran empresa venezolana, empezando
por la petrolera estatal PDVSA, pesa hoy mucho menos en la economía mundial que tres décadas atrás. Cuando se estatizo
la industria petrolera creándose el monopolio estatal de PDVSA esta tenía aproximadamente el tamaño de BP. La ex estatal británica
es muchísimo mayor que PDVSA hoy en día. Lo mismo se puede decir de las grandes empresas privadas nacionales. En tres décadas
Venezuela se ha descapitalizado. Los ricos de aquí son menos ricos de lo que eran -y contra la opinión de la envidia racionalizada en ideología- eso es muy malo. Pero los pobres
son hoy más y aún más pobres... que es todavía peor. En medio tenemos una clase media, en su mayoría
creada artificialmente mediante subsidios gubernamentales y transferencias clientelares de remanentes del capital
controlado por las oligarquías socialistas. Cuando los socialistas de antes pasaron a la oposición y los de ahora llegaron
al poder, las transferencias fueron de unos a otros beneficiarios. La clase media estatista “tradicional”
tiende empobrecerse en la medida que no logra cambiar de bando. Y una nueva clase
media más estatista aún se forma de entre las masas excluidas por la vieja oligarquía socialista... para sostener la nueva.
Hoy como ayer es principalmente una clase de burócratas y contratistas gubernamentales.
Con décadas de socialismo la economía se orientó por
protecciones arancelarias, subsidios, inflación, devaluación, corrupción generalizada y debilidad institucional permanente.
Empresas desarrolladas en tal esquema muestran altísima resistencia a la libertad económica. Y asumirán cualquier costo para
no quedar sometidas a la libre competencia.
Únicamente cuando perciban el cambio de modelo económico y político como inevitable e irreversible se adaptaran
casi todas las empresas venezolanas exitosamente para su propia sorpresa. Y el costo será mucho menor
para la población que el del mantenimiento del sistema empobrecedor. Tras el inevitable fracaso de un ajuste que, como todo
neoliberalismo, no pasó del intento de continuar el socialismo por otros medios. Hoy Venezuela vive una radicalización
de su tradicional socialismo populista. Los dos grandes partidos que se asociaron en un peculiar pacto de co-gobierno (uno
socialdemócrata y otro socialcristiano) fueron desplazados por un caudillismo neo-izquierdista con más de lo peor
de la socialdemocracia que del comunismo del siglo pasado. Aunque crítico
en la política real, respecto al tema empobrecimiento es irrelevante tal detalle... todo modelo socialista producirá
eventualmente su propio colapso y no sin antes empobrecer material y moralmente la sociedad. Pero lo que nos ha faltado para salir
de la trampa socialista no ha sido, como creen erróneamente algunos liberales, la perfecta comprensión mayoritaria
de patologías como la inflación, carestía y empobrecimiento... o del absurdo de controles gubernamentales de precios
“contra” lo que la política monetaria de los mismos gobiernos causa. Tampoco sería conocedora profunda
de la ciencia económica la mayoría de una Irlanda que ha incrementado su PIB por habitante al orden de los 50 mil dólares
en menos de dos décadas. Mientras el de los venezolanos caía a menos 5 mil. Lo que nos ha faltado ha sido un gran contrapeso cultural y político al pensamiento
único de la izquierda. ¡Durante 60 años los partidos políticos
de gobierno u oposición se han declarado prácticamente todos socialistas! Y hoy aún mas que ayer necesitamos
un movimiento liberal de opinión política nacional unificado por el capitalismo popular a la cabeza de una derecha política popular venezolana. Existen organizaciones regionales como la Asociación Petróleo Para
el Pueblo de Aragua y más recientemente el Movimiento Rumbo Propio del Zulia actuando como núcleos
de la opinión política liberal. El Movimiento Liberal
Libertario Resistencia Civil |
||||||||||||||||
|
||||||||||||||||