www.guillermordriguez.net El neo-comunismo salvaje: Modelo económico de la revolución venezolana
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Las falsas bases del neocomunismo La nueva izquierda es: Irracionalista. En común con la izquierda histórica,
los neo-izquierdistas son contrarios al pensamiento lógico. Tienen que serlo, cuando sus propuestas no soportan tal análisis,
pero los de antes se sustentaban en la dialéctica hegeliana, mientras que los de ahora, posmodernos al fin, son deconstructivistas.
Esta izquierda sostiene la existencia de realidades alternas dependientes de la percepción, según las que no existiría una
realidad única, o una verdad única, sino realidades o verdades parciales. Como la percepción depende de la posición del sujeto,
esta forma de pensamiento implica que la circunstancia correspondiente a un momento
y sujeto, es una realidad y no una circunstancia, con lo que real es lo que a cada cual le dé la gana... a fin de cuentas. Primitivista. A diferencia de la izquierda desarrollista
que pretendía superar los logros materiales del modelo capitalista con su planificación centralizada, los neocomunistas son
indigenistas, relativistas culturales y ecologistas radicales. Para ellos el desarrollo y la producción son intrínsecamente
malos e inmorales. El ideal son sociedades cuya producción y consumo sean decreciente y en las que la pobreza se reparta equitativamente.
Por eso no pretenden ya los neo-comunistas producir más que el capitalismo, más bien parecieran estar regresando a los ideales
del socialismo romántico, por el que los techos de paja y los fogones de leña serian una mejor forma e vida. Malthusiana. Malthus fue un economista clásica
que sostuvo que la población crecería más rápido que la producción de alimentos, ocasionándose hambrunas sucesivas. Los Neo-malthusianos
pasaron del asunto de los alimentos al del resto de los recursos, y a falta de hambrunas de escala planetaria se fijaron en
la contaminación y el agotamiento de los recursos naturales. Son neo-malthusinas todas las teorías que sostienen todo tipo
de catástrofes ecológicas, económicas y sociales por aumentos de población, agotamiento de recursos o la combinación de ambos.
Así como toda la construcción económica del marxismo se baso en la teoría de la plusvalía, que se demostró falsa a partir
del descubrimiento del valor marginal, las teorías económicas neo-malthusians se basan en la teoría de la producción neo-clásica,
que sostiene que los incrementos de la producción tienen un rendimiento marginal decreciente, sin considerar que las nuevas
ideas, generadoras de nuevas tecnologías permiten nuevas combinaciones ilimitadas de recursos limitados, por lo que el potencial
real de la producción es ilimitado. El modelo económico bolivariano revolucionario Aclarado lo anterior, es posible entender los objetivos de la
ofensiva revolucionaria en el campo económico: 1-Destrucción de la economía oligarca. El que
el mismo Chávez que no dudo en cambiar su apreciado sistema de bandas cambiarias, por unas subastas que implicaron una maxi-devaluación
de 100%, nos hable ahora de la necesidad por emergencia de un control de cambios es absurdo. El gobierno venezolano se ha
armado del control de cambios más cerrado y discrecional nuestra historia, lo refuerza con un control de precios, crea esquemas
de subsidio fiscal no menos discrecional- a ciertas importaciones, fortalece el sistema de bancos estatales, crea nuevas empresas
gubernamentales para la distribución de alimentos nacionales e importados, anuncia severas sanciones penales a quienes violes
las nuevas normas y dice claramente que no habrá ni un dólar para los golpistas y que el tiempo de las negociaciones ya paso.
Con todo esto, es claro que el objetivo es quebrar o expulsar a las empresas oligarcas y sustituirlas por otra cosa. 2-Generación de una economía reglamentada. A
similitud con el neo-liberalismo, el neo-comunismo es amigo de las reglamentaciones y los controles de la actividad de las
empresas privadas, más que de la propiedad estatal de las empresas. Se crean y crearan leyes, decretos y controles estatutarios
para que toda actividad económica este severamente dirigida por el estado. El objetivo de esto es que las nuevas empresas
privadas, que vendrán en formato tradicional y en el de toda suerte de cooperativas, no operen en régimen de mercado que las
pudiera hacer independientes del poder político en sus resultados. El neo-comunismo prefiere las empresas estatales a las
privadas, y las cooperativas a las empresas, pero esta muy claro en que lo importante no es si el estado es o no, el dueño
de los medios de producción, sino el que sea, única y exclusivamente el estado quien determina como, cuando, cuanto y para
que se produce. 3- Restablecimiento del absolutismo. En materia
económica, que es a lo que se circunscribe este articulo, el absolutismo es aquel régimen en el que la propiedad es existe
únicamente como concesión del soberano. El régimen liberal logró que la propiedad privada fuese un derecho individual, quietando
a los soberanos la potestad de dar y quitar la propiedad a su libre y por demás caprichosos- arbitrio. En el marxismo, la
propiedad no existe fuera del estado, pero en el neocomunismo se regresa al concepto absolutista de la propiedad, como concesión
de soberano, solo que el soberano ya no es el Rey, ahora es el pueblo, y como el pueblo somos todos, tiene que ser la mayoría...
por ahora. La idea del neo-comunismo no es que seamos siervos del jefe de
a tribu, es que seamos siervos de la tribu... el que terminemos siéndolo del jefe en la practica es una consecuencia política
(no económica) de la destrucción legal de la propiedad privada.. Hacia donde vamos La revolución ya logro tomar PDVSA, el cómo la maneje es irrelevante
(para los revolucionarios) en ultima instancia es preferible al neo-comunismo alquilarlaa operadoras foráneas, bajo un severo
control legal del estado, que permitir que la manejen sus enemigos internos. Las empresas oligarcas están debilitadas por
el paro y sometidas al garrote gomero de los controles, con lo que veremos la destrucción sistemática de empresas enemigas
y los surgimientos de nuevas empresas, publicas y privadas, sometidas claramente al estado en todas las formas posibles. El resultado para la población será la destrucción sistemática
e intencionada del ahorro, el empobrecimiento estructural inimaginable y un descomunal crecimiento de la economía informal,
que operara fuera del control estatal en sus etapas iniciales, y cuya inserción en el modelo servil del neo-comunismo absolutista,
es tan impracticable como lo fue en el modelo neo-liberal mercantilista.
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